La sexta serie de estreno que veo este año es The Gentlemen, una serie basada, más o menos, en el universo de Guy Ritchie tras su última película del estilo Guy Ritchie. Y aunque suene raro ser tan específico, la verdad es que todos los que hayan visto algunas de sus mejores películas saben al instante a qué me refiero. Esta especie de David Fincher de los 90 que no ha conseguido madurar ni una pizca, ni falta que hace, que es muy entretenida su obsesión por los montajes rápidos y las estéticas extremas. Aunque, por suerte, el formato serie le sienta bien para relajarse un poco.
Índice
A Guy Ritchie le viene bien relajarse haciendo una serie
A mucha gente el estilo de Guy Ritchie le puede generar cierto rechazo, y es que se caracteriza por crear películas llenas de personajes bastante planos, pero de rasgos exagerados, con una estética muy marcada y con montajes llenos de exabruptos pensados para mostrar lo intrincado de las relaciones entre todos ellos. Digamos que es un director que parece no querer salir del formato videoclip, dando protagonismo a la música, a imágenes cortas pero impactantes y a una edición muy barroca.
Afortunadamente el formado episódico y extenso le ha permitido dar más peso a la trama y a los personajes. Consiguiendo que muchos dejen de ser esos divertidos, aunque planos, tópicos pasados de vueltas, para llegar a ofrecer un reparto más interesante. Ello no significa que sean profundos, pero sí que superan esa primera capa que diferencia lo que puede ser un personaje con peso en la trama de lo que suele ser un simple chascarrillo con patas.
Lo mejor de todo es la edición, Ritchie se sigue permitiendo algunas florituras y montajes en paralelo más alocados, pero de forma mucho más comedida de lo habitual. Pero su sello estilístico sigue ahí y se siente una obra más madurada que las anteriores. A ello también ayuda un guión más extenso que da espacio a los momentos más personales de los personajes y que no trata de llegar pronto a un clímax muy rebuscado atestado de situaciones absurdas e interconectadas.
The Gentlemen, irónicamente tomada por una Miss
The Gentlemen, que vienen a ser “los señores” en su acepción más clasista, es una serie que cuenta con muchos personajes divertidos, algunos más interesantes y otros que no pasan de ser meros tópicos muy exagerados. Pero lo más irónico de todo, es que quien toma las riendas de cada escena en la que está presente no es un Gentleman, es una Lady o una Miss, concretamente Sussie Glass, exquisitamente (siempre he querido escribir esto en una crítica) interpretada por Kaya Scodelario.
La actriz consigue que nos resulte creíble que un personaje de los bajos fondos se haya adaptado a la perfección a tratar con la nobleza, es más, a mimetizarse en la misma. Sigue mostrando algunos aspectos propios de las chicas más independientes y fuertes de los barrios, como el ser muy directa en todo momento o pasar por encima de quien haga falta independientemente de las jerarquías. Es toda una señora, en su acepción, de nuevo, más clasista, muy educada y ofreciendo una gran delicadeza en la elección de sus palabras. Sussie Glass es un personaje que, si se rueda una muy apetecible segunda temporada, esperemos gane en presencia, porque la poca que tiene consigue eclipsar a un elenco espectacular.
Es una pena que el protagonista, Eddie Horniman, no consiga despuntar en ningún momento más allá de su fantástica introducción como sargento en los cascos azules. Hubiese resultado mucho más divertido que aplicaran esa fuerza que derrocha en principio durante la serie, porque pierde mucho fuelle y se siente como un secundario usado por el resto del plantel.
Un final anticlimático, un buen final

Aunque parezca negativo indicar que el final de esta primera temporada es anticlimático, nada más lejos de la realidad. Nos permite deleitarnos con la capacidad de negociación y poder. Es justo un final que da mucho sentido a todo lo ocurrido y que aún da más sentido al submundo que representa. El giro final también cambia una acción muy esperada, pero predecible por todo un epílogo muy trabajado que cierra todos los arcos posibles mientras abre la puerta a la previsible continuación.
Esperemos que veamos más The Gentlemen y que nos regale a un Eddie más suelto y Sussie tenga aún más presencia. Guy Ritchie se haya dado cuenta de que es la mejor forma de aprovechar su talento visual y de ritmo, con una base mucho más sólida y capaz de superar sus manías.