Kevin Costner vuelve a las andadas con Horizon: Una saga americana – Capítulo 1. Un pastiche de ideas de guiones de western épicos que se siente como el inicio de una miniserie muy larga, demasiado. A pesar de todo he visto que en páginas como Filmaffinity han sido mucho más benévolas con esta producción que con otra muy parecida del mismo actor/director: El Mensajero del Futuro y tras verla, no lo entiendo. Vayamos a destripar este intento de Western épico, una de las películas que he visto este 2024 en cines.
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Horizon: una saga americana ¿capítulo 1 o preludio?
Esta película se siente como un capítulo introductorio de miniserie, solo que su duración es de unas escalofriantes 3 horas, esa es la sensación que deja. Te presentan personajes y los empiezan a confrontar un poco, pero acaricia solo la superficie de lo que es contar varias historias tópicas del western. Es larga en exceso, pero tiene suficientes personajes e historias paralelas como para no hacerse aburrida, aunque eso aumenta la sensación de encontrarse ante un producto con una intención más televisiva y episódica de lo que se presenta.
Está tan estirado el chicle a través de las múltiples historias que hay unos personajes que aparecen en pantalla por primera vez tras hora y media de metraje. A mí me parece algo muy destacable, cuando el filme lleva la duración de muchas otras películas completas, decide que es el momento de seguir siendo una introducción del reparto coral que aún no conocías como espectador.
Todo ello hace que se sienta como un preludio más que como un primer capítulo, y es que solo hay dos tramas que avancen lo suficiente como decir que se encuentran en su nudo, el resto solo llegan a presentar el conflicto en su superficie.
En serio, esto es una serie venida a más
Horizon: una saga americana no se siente para nada como una gran epopeya épica del Western clásico a pesar de que lo intenta por todos los frentes que puede. Todos los temas que toca quedan en la superficie, desde los problemas de convivencia con los nativos (sí, un eufemismo muy cínico), pasando por los grupos de bandidos, los lobos solitarios, la venganza, los pioneros (otro eufemismo, este más aceptado para hablar de colonos), etc.
Todos ellos se quedan como tropos y tópicos que aparecen y no tienen tiempo para nada. Con unas actuaciones justitas que tampoco consiguen dotar de más humanidad o profundidad a estos, participando de una pantomima en la que hasta sobreactúan en más de una ocasión.
Lo peor de esto es que, aunque se sienta más como un producto televisivo –, descripción poco actualizada porque hoy en día muchos tienen una calidad equivalente a la cinematográfica–, es que se siente como el primer capítulo de este tipo de producción. No avanza lo suficiente narrativamente entre sus diversas historias en toda la longitud del metraje como para hablar más que de eso.
Y cuando menos te lo esperas, de repente te mete el primer giro de guión medianamente sorpresivo y pasa a dar cancha a su banda sonora de telefilme para mostrar unos minutos de escenas desordenadas del siguiente capítulo. Sí, una película termina con un avance de la siguiente con el mismo mimo en su edición que el de una telenovela de Antena 3. Fue doloroso porque encima, como en aquellos montajes, la cantidad de destripes que aparecen es una exageración.
¿Buena fotografía?
No sé cómo decir esto, la fotografía es buena, pero los planos son… planos. Pensaba que era difícil aunar ambas descripciones, pero Horizon: Una saga americana lo consigue.
Destruye el concepto de fotografía consiguiendo unos colores, un HDR, una iluminación decente y a ratos muy expresiva, deudora tanto del western clásico como de aquellos cuadros de pintores de paisajes americanos que exploraron el salvaje oeste. Siendo Glenn Dean el exponente más cercano al de esta película.
Sin embargo, todo ello lo hace con una elección de composiciones y planos que apenas destaca en ningún momento. Los paisajes son preciosos, pero no el cómo se muestran que carecen de interés y en ocasiones profundidad. Se nota el presupuesto, se nota que se va en piloto automático.
El horizon es justo lo que menos interesa
Me saco de la manga este tema, John Ford le contó a Spielberg que una buena película es capaz de dejar el horizonte en un punto alto o bajo del plano, que lo hace más interesante que en el centro, Spielberg lo mostró en Los Fabelman con un chiste visual final que era la guinda de un delicioso pastel. Puesto justo en esta película, el horizonte se muestra plano, rectilíneo y en el centro de la composición.

Es tan buena en los niveles de producción como aburrida en todo, es una serie de postales de alguien sin mucho talento que ha decidido que iba a contarnos todas las historias que ya conocíamos, en una sola película interminable. Hacia donde no ando con Kevin Costner es hacia el horizonte, ya me ha cansado y eso que en realidad aún no ha empezado el viaje.
Por cierto, El Mensajero del Futuro de Kevin Costner (The Postman) me pareció mucho más interesante, siendo un ejemplo de película que no se merece el odio que lleva encima. La principal crítica que le puso la gente en su época es que era demasiado larga para lo que cuenta, hoy en día colaría como un blockbuster más sin que la gente se diera cuenta de lo que explica cabe en 90 minutos.