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Mis Series #4 El nuevo empleado Temporada 2. A falta de Bond buenas son Hendricks

La cuarta serie de 2025 es la segunda temporada de una comedia de acción muy bien medida que no va a destacar como obra maestra en nada, pero que tiene guardadas en la manga un par de buenos trucos que no vamos a valorar como tales sino como fantásticos mecanismos para el entretenimiento. El nuevo empleado (The Recruit) es siempre capaz de dar un poco más de sí a la hora de ofrecer un thriller de espionaje más que correcto con buenos giros de guion.

Quien a buen abogado se arrima, buen Smiley le acobija

Como ya se hizo en la primera temporada, en la nueva de El nuevo empleado queda patente que Owen no es un espía, pero actúa como tal. De hecho, el mayor enemigo de los abogados son todos los demás espías, incluidos los de la misma agencia, lo que facilita que existan muchos cambios de chaqueta y momentos sorprendentes y divertidos. Owen es un desastre como abogado, pero al mismo tiempo su iniciativa y su capacidad por involucrarse hasta el fondo de los asuntos le convierten en el mejor abogado para las surrealistas situaciones en las que se mete.

En este sentido la serie sabe beber de muchos referentes, en este caso, Le Carré con Smiley, el protaginista de El Topo. Hablamos de espías que no pueden confiar siquiera en sus compañeros, no ya en las misiones, es que no pueden ni confiarles la vida. En algún caso se puede dar el caso de agente doble, pero en esta serie ese tema es secundario y se ve venir a la legua por parte de los personajes que actúan como tal. No, lo interesante es como son los intereses personales, principalmente por salvar sus cabezas ante despidos, denuncias y cualquier consecuencia de índole legal o laboral.

El nuevo empleado Hendricks protagoniza la serie de espionaje mas divertida de Netflix Corea del Sur

No hay amigos ni aliados de verdad, solo una confluencia temporal de intereses y a veces ni eso, solo una situación compleja que requiere de colaboración puntual. La diferencia en este caso es que Hendricks es pura simpatía y tiene valores muy fuertes, con los que consigue, no sin ser tenaz e insistente (por no decir pesado), que sus compañeros, amigos y algún que otro objetivo se involucren y hasta cambien de objetivos para adaptarse y ganar todos. Hendricks es más simpático que Smiley por irónico que parezca.

No hay Bourne que por (O)wen no venga

Otra cosa que diferencia a Owen de los abogados de su departamento es que su implicación es tal que hace mucho más que trabajo de oficina y asesoramiento legal. Actúa como un activo de operaciones y eso, en esencia, le convierte en un espía de facto. El problema es que su actividad siempre está en los márgenes, tanto de su departamento como de las operaciones de la CIA, lo que casi le convierte en un espía renegado y aumenta la presión teniendo a la propia estructura sobre sus pasos.

En esencia Hendricks es Bourne, actúa a espaldas o contra la administración que a ratos le protege y a ratos le persigue y también lo es en maneras. Metiéndose en peleas, tiroteos y fugas en casi todos los capítulos. Eso le da un aire aún más Bourne al tener mucha acción con un aire más “realista” mostrando bastante contundencia en pantalla, recordando a la saga de Jason.

Más Bauer El nuevo empleado en mano, que James Bond volando

No sabemos aún que va a pasar con la saga más famosa de espionaje, cuyo hobby es, tal y como el propio protagonista dice en Skyfall “resucitar”, y como va a adaptarse a una mayor presencia de millennials y centennials. Por suerte, de las muchas propuestas del género que hay, cosa que agradecemos a las plataformas, El nuevo empleado ha encontrado un hueco fantástico, recuperando el humor. Además, la premisa del abogado cuyo departamento se lleva a hostias con los siempre presentes espías, abre la puerta a muchas más situaciones y a personajes más humanos.

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Algunos dirán que ya existen otras propuestas adaptadas a nuestros tiempos que son mejores, como Slow Horses. Y no lo voy a negar, pero ambas son muy distintas entre sí, aunque tienen objetivos e ideas comunes que las hacen muy disfrutables. La propuesta de Netflix apuesta por añadir más acción y una comedia más ligera. Pero ambas son muy acertadas en dinamitar la imagen de sus respectivas agencias, hablar de la ineptitud y egoísmo de los espías y sus superiores y salvar a la agencia de problemas generados normalmente por esta.

Lo único que se le puede achacar a esta segunda temporada, es que abusa en su tramo final del famoso escudo de guion, con varias situaciones en las que sobreviven a tiroteos personajes que no tenían escapatoria. Si algo debemos hacer los aficionados a la ficción de espías es celebrar que tengamos propuestas de cierta calidad más allá de las sagas de toda la vida. 

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