
Seguro que lo habéis leído u oído: "de momento". Se pasa uno por foros de discusión, esas proto redes sociales que todavía aguantan gracias a la gente que quiere debates más elaborados y profundizar en temas específicos. También sirven para juntarse entre amantes de una afición sin estar sujetos a las perversas leyes del algoritmo. Sea como sea, en todas partes hemos visto que en los últimos años la ultraderecha ha colonizado los espacios digitales.
Primero seamos sinceros, nunca hubo paz en un foro excepto cuando estaba a punto de morir. Es difícil que haya vida en una plaza en la que todo el mundo está de acuerdo en todo; o es muy minoritaria o es un muermo. Por desgracia se ha desplazado el marco de todo aquello que es aceptable en un debate, poniéndose en duda continuamente cosas como los derechos humanos, la base de cualquier democracia que busque prosperar.
En este contexto, en muchas discusiones de carácter político sobre la llegada de la extrema derecha a las instituciones se produce a menudo un argumento común: “de momento no han”. Una declaración de intenciones que la principal defensa ante un escenario reaccionario sea que hasta ahora no se ha retrocedido tanto como se podría. Una afirmación endeble en el tiempo, parca en la fe e ineficaz en su objetivo de reconfortar.
De momento no han quitado los derechos LGBTIQ+
De momento en España, no. Aunque lo han intentado en la Comunidad de Madrid y han recurrido, una vez más, al Constitucional, una ley que nos protege del odio. Y no, no han recurrido solo artículos sobre la rectificación de la mención registral.
Parece que debemos agradecer que no hayan prohibido el matrimonio igualitario o la adopción. Argumento que solo es válido en la teoría, puesto que no sostienen el poder que les permita retroceder en esos aspectos.
El problema es que, en otros países, muchos de ellos gobernados por los referentes políticos y culturales de estos grupos, ya no existe un “de momento”. En Italia, las parejas que habían registrado a sus hijos aprovechando un subterfugio legal, se encuentran que ahora está directamente prohibido por ley y que se aplica de forma retroactiva. No estamos hablando de gestación subrogada, estamos hablando de parejas de lesbianas que solo una, como madre monomarental puede registrar al hijo que dé a luz con tratamientos de inseminación artificial.
En Polonia hay pueblos libres de LGBTQI, algunos lo minimizan diciendo que solo hace referencia al “lobby”. Está bien saber que el ataque es solo a los que ellos consideran lobby, es decir, a los activistas. Hay que ser un buen maricón que no haga ruido para evitar recordar a los demás que su existencia es real y normal. Demasiado ruido es incómodo e innecesario, ya que todos sabemos que estando en el armario y agachando la cabeza es como se conquistan derechos.
En Hungría se ha equiparado la homosexualidad a la pedofilia y a nivel legal cualquier contenido con personajes LGTBI es pornografía. Con esta moderada ley se ha multado por solo 32.000€ a una librería por vender en la sección juvenil la obscena y sexualizada novela gráfica: Heartstopper. Hay que agradecer a los gobiernos de ultraderecha que solo estén invisibilizando y censurando la presencia del colectivo y que de momento no han decidido volver a quitar derechos como el de libre circulación. Siempre podría volver la ley de vagos y maleantes.
De momento no han quitado derechos a las mujeres
Claro, es que de momento solo están haciendo todo lo posible por negar que exista la violencia de género. Minusvaloran las consecuencias de los discursos de desigualdad, del machismo arraigado en la cultura y se regodean en su capacidad de control del relato.
Se quejan de una ley que consideran inconstitucional, pese a que ya se pronunció el tribunal, por el hecho de determinar a las víctimas de un tipo de violencia por su género y el de su agresor. Acusan a la ley de acabar con la presunción de inocencia, a pesar de que son muchos los casos de mujeres asesinadas que habían denunciado anteriormente. Y no son pocos estos casos, pero es que, como se suele decir, son la punta del iceberg de todo lo que supone la violencia de género.
Parece que debemos agradecer que de momento no han hecho leyes que fomenten que la violencia hacia las mujeres quede en casa, como ya se hace en Rusia. Que lo de apalizar a tu pareja es feo, si los demás lo ven.
Pero de momento solo han decidido quitar puntos violeta que, claro, no sirven para nada. Ni que gracias a estos espacios haya mujeres que se sientan más seguras o se hubiera detenido a abusadores.
De momento no han privatizado hasta tus pestañas
Esta es la más graciosa de todas, porque las privatizaciones muchas veces están encubiertas. En Cataluña, un gran porcentaje de la sanidad pública pasa por consorcios privados. El usuario apenas lo nota, pero las arcas y el servicio en general, sí. Claro que no han privatizado de golpe todo, primero necesitan poder ocupar las empresas públicas. No nos olvidemos de lo bien que gestionó Madrid la borrasca Filomena. Como contrataron a empresas de vinos, pese a contar con un parque de vehículos quitanieves públicos abandonados.
No, nunca privatizarán al nivel de Estados Unidos porque de esa manera no podrían desviar suficiente dinero público sin que todo ardiera. Por suerte y de momento, no han privatizado todos los servicios, solo faltaría que acabaran privatizando el suministro de suero, los servicios de limpieza de hospitales, las citas médicas, las pruebas serológicas, la gestión de las viviendas sociales, parte de las bibliotecas y un enorme etcétera.
De momento solo…
De momento solo han conseguido dinamitar los grandes consensos sociales, polarizar aún más y conseguir mover tanto la ventana de Overton hacia la derecha que ya hay hasta quién ve comunistas en el PSOE. De momento han limitado, con muchas excusas, la libertad de expresión en la cultura, han demostrado estar más preocupados por los sillones que por la salud de las arcas municipales, han puesto en duda la calidad de la carne de vacuno, han aprobado leyes que legalizan el expolio del agua, etc. De momento solo han puesto en duda el cambio climático, han revertido pacificaciones de calles y carriles bici,...
De momento no deja de ser más que una excusa para evitar enumerar todo lo que se ha hecho. De momento es una expresión de triste consolación. De momento es lo único que les queda para no pensar en las consecuencias. De momento nos tienen de frente. El PP ha usado a Vox para ver hasta qué punto sus votantes pueden aceptar todo lo que ya se ha hecho. De momento, la derecha más moderada ha sido silenciada y se han encontrado con el bloqueo que ellos mismos han provocado. De momento podemos respirar, negociar y pensar en cómo ser más valientes para que todo lo que más tememos nunca pase de un “de momento”.
[…] que debería estar dando su beneficio y servicio de forma pública y que se privatizó generando un nivel interno de corrupción que dejan en bragas el que se ve en las noticias a diario sobre los […]