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2025 #6 Batman Arkham Origins Blackgate, como desaprovechar un Metroidvania

El sexto juego de 2025 tenía que romper la buena racha que llevaba. Batman Arkham Origins Blackgate es una masterclass de cómo coger lo más interesante de un Metroidvania 2D y hacerlo mal en general. Un juego lleno de problemas de diseño bastante graves, un ritmo nefasto y cuya premisa, si le das una vuelta, no tiene sentido alguno.

Destripando los problemas de este Metroidvania

Vamos a empezar por lo malo, vamos a destripar todas las malas decisiones que hay detrás del diseño de este Metroidvania. Estamos hablando de uno de los géneros más celebrados que hay, con cada vez más juegos de calidad que en el sector indie han convertido la alta calidad en un estándar y que ha sido origen de algunos de los juegos más memorables de las últimas dos décadas como Hollow Knight, Ori, Blasphemous, Prince of Persia the Lost Crown, Laika, Tunic, Animal Well, Momodora, Shantae y así un larguísimo etcétera.

El 2.5D y la orientación

Vayamos a lo primero que suele molestar de este juego, el minimapa. Entiendo la complejidad de facilitar una visión esquemática de entornos de cierta complejidad y tengo como uno de mis favoritos a Fez que es famoso por tener un mapa que requiere un grado de ingeniería para entenderlo. Pero en este caso lo que menos ayuda son los cambios constantes de la cámara durante nuestros paseos.

Lo que parecía una gran idea con el uso de entornos y personajes 3D en un scroll lateral, se vuelve infernal a la hora de orientarse por extrañas decisiones con la cámara que en muchas ocasiones cambian la perspectiva a otro lado tras un par de giros. No rompen la continuidad (porque ya sería para matarlos), pero en muchas ocasiones al mirar el minimapa hay que mirar la flechita que dice hacia donde mira el personaje. Y es que es muy fácil que mentalmente creemos estar mirando al sur y resulta que no, que es al oeste o al norte.

Batman Arkham Origins Blackgate el mapa mejorado
El nuevo mapa es más legible, pero nuestro posicionamiento, no.

Y ojo, el minimapa mejoró bastante en las actualizaciones tardías que sacaron del juego. Puesto que inicialmente mostraba todo en un solo plano, algo que teniendo en cuenta que hay salas con hasta 5 niveles de altura, es una auténtica locura. Se cambió por uno de vista isométrica y pese a todo, sigue siendo necesario más que un rápido vistazo para orientarse bien.

Si a esto le sumamos que la variedad de entornos brilla por su ausencia y que en total resulta cada una de las 3 zonas principales (y una secundaria) tan complejo como el de Batman Arkham Asylum al completo, nos queda un juego en el que orientarse no es nada sencillo ni intuitivo.

La movilidad de un juego 3D y pesado en uno de dos dimensiones

Aquí tenemos otra idea que no parecía tan mala, pero que no funciona. Se adapta el control y movimiento de los Arkham a la nueva perspectiva. Es buena porque los jugadores están acostumbrados y se encuentran con un sistema que mantiene las mismas bases de todo. Pero ay, que lento se siente. Lo que tiene sentido en un entorno tridimensional con espacios más amplios aquí se hace pesado.

Las peleas no tienen la misma agilidad, ya que en 2D estamos acostumbrados a que los personajes actúen de forma más inmediata, además la profundidad aporta un extra de errores involuntarios, como dejar atontado a un enemigo, listo para una tunda rápida de golpes y que Batman decida que debe pegar al otro. Esto demuestra que se ha hecho lo justo para adaptar el sistema, dando varios problemas por el camino.

Batman Arkham Origins Blackgate metroidvania desaprovechado

Otro aspecto son los botones contextuales que horriblemente coinciden con el de correr. Querer empezar a correr en una sala porque estás cansado del backtracking (esto va a ser otro punto) y que vuelvas a abrir la puerta hacia atrás es tan frustrante como fácil de evitar.

Secretos sin gracia

Que desde la moda de los juegos de mundo abierto nos han dado misiones de coleccionar sin gracia es algo que viene de lejos. Las palomas de GTA IV o las plumas de los Assassin’s Creed produjeron mucho desasosiego entre los más completistas, pero esto es algo poco habitual en el Metroidvania porque la gracia de este género es el ir abriéndose paso en los niveles a nuevas secciones con los nuevos poderes/habilidades/artilugios.

Conseguir todos los coleccionables suele dar pie a mejoras del personaje, más habilidades y algo de buen lore. Aquí se intenta, pero Batman Akham Origins Blackgate fracasa estrepitosamente. Las mejoras del traje y de los artilugios se consiguen casi sin fijarse o siguiendo la historia sin más y luego hay dos tipos de coleccionable que no generan ningún interés.

Por un lado tenemos los bat-trajes, una gran variedad de modelos de Batman (sí, cambian todo el modelo) con alguna ligera mejora de estadísticas en uno o dos aspectos. El tema es que la mayoría son bastante feos y sus mejoras son tan ligeras que apenas afectan a la experiencia. De esta manera el único interés por conseguirlos es, completar el juego.

Por otra parte, están los casos de detective. Estos tienen más miga porque forman parte al mismo tiempo de otro problema de diseño.

La vista de detective que siempre debes usar

Y es que para “descifrar” los casos de detective hay que usar la vista detective sobre algunos objetos del escenario. Algunos pueden destacar un poco y tiene sentido decidir pasar la lupa por esa zona de la pantalla. El problema está en otros muchos que no llaman para nada la atención, llegando a incluir restos de escombros en una zona en la que hay más restos de escombros. Esto lleva a usar una guía o a depender constantemente del modo detective para ir haciendo un escaneado de cada parte del nivel de turno.

Además, otra decisión sin sentido está en la obligatoriedad de usar este sistema para descubrir objetos o paredes rompibles. Es algo que no entiendo, una vez hemos visto el estilo de pared destruible a la que disparar la pequeña carga explosiva, el resto son visualmente suficientemente parecidas como para permitir hacerlo de nuevo. El juego decide que no, que debes primero escanear y analizar esa zona para darte la opción.

El backtracking más perezoso

Como jugadores ya estamos acostumbrados a trampas narrativas sin gracia alguna que obligan a volver atrás para poder avanzar, o a dar rodeos que solo están para alargar la experiencia. Seguramente tengamos mucha más paciencia en este aspecto por pura costumbre.

Sin embargo todo tiene un límite y Blackgate juega a superarlos en varias ocasiones. Llegando a ser especialmente molesta su misión final basada a hacerse cada mapa casi por completo para llegar a ciertos puntos en los que activar una cuenta atrás y darle a tres interruptores. Ya os adelanto que no hay reto alguno en esta misión, siendo la cuenta atrás especialmente generosa. Con ello solo consigue alargar de la forma más cutre y artificial la duración del juego que ya era más que suficiente hasta ese momento.

En busca de un boss decente

El juego cuenta con tres bosses finales de cierto peso que dan cada uno más pereza de noquear que el anterior. Mecánicas tan repetitivas como desaprovechadas y puede que las ventanas de oportunidad más escasas hacen que se basen en un ensayo error sin gracia.

Batman Arkham Origins Blackgate boss final black mask y obligacion vista detective la pereza

Pero la peor parte se la lleva el final, no voy a spoilear quien es, pero el combate se basa en darle al botón de contraataque cuando aparezca la señal de alerta (o el sonido si tienes un nivel de dificultad mayor) luego ataque para aturdir y aporrear el ataque hasta la siguiente repetición. Así hasta 9 veces. No hay tensión alguna en este momento, es el combate de los antiguos Assassin’s Creed convertido en boss final.

Bola extra: la nueva partida obligatoria para completar la colección

Los New Game+ son algo que me parece interesante para obras bien medidas en cuanto a su acción que llaman lo suficiente la atención para que sea divertido repetir. Este no es el caso, Blackgate es un juego muy lineal dentro de su constante backtracking que no ofrece una dificultad basada en el combate y en aumentar las posibilidades de este.

El modo de juego extra solo sirve si quieres completar la colección de trajes y es que hay varios que están bloqueados totalmente detrás de este modo, empezando por tres de ellos que solo completaremos según el orden en el que eliminemos a los 3 bosses principales, siendo el último de estos el que marca qué pieza faltante conseguiremos. Esto implica pasarse el juego tres veces para completar los bat-trajes, TRES.

Batman Arkham Origins Blackgate secretos sin gracia

Batman Arkham Origins Blackgate tiene backtracking hasta en las escenas poscréditos

Cuando parece que la experiencia ha terminado y puedes ir corriendo a instalarte alguna de las obras de Rocksteady y Warner Bros Montéal para sacarte este regusto amargo de la boca, el juego decide que durante los créditos te dará tres sorpresas poscréditos. Sí, tres veces que durante los créditos habrá algo interesante a nivel narrativo que hace de puente con Asylum y City. Tristemente las tres únicas escenas que tienen interés narrativo para el resto de la saga están escondidas entre unos créditos finales. Es la situación más “señora suélteme del brazo” que he sentido en un videojuego.

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